martes, 24 de julio de 2012

Edificios Turri

Edificios Turri, década de 1940



El Santiago del siglo XIX, se extendía hacia el oriente hasta la plaza de “La Serena” (actual plaza Baquedano). Ahí se encontraban la Alameda de las Delicias con el camino de “Cintura” (actual avenida Vicuña Mackenna) y el cauce del rio Mapocho. Durante 400 años, fue el limite urbano oriente de la ciudad, y  es ahí donde comenzaba el camino de “Los Condes”.

Durante la colonia, en ese sector, el rio Mapocho se dividía en dos brazos, uno de los cuales corría por la actual Alameda. Ahí mismo se encontraba el vado para atravesar hacía el caserío de los artesanos (actual barrio bellavista), y en ese mismo lugar se encontraban las “cajitas de aguas”, sistema usado en esos años, para decantar el agua de la ciudad.

Con la creación de la comuna de Providencia en 1897, comienza lentamente un desarrollo urbano hacia el oriente. A principios de siglo, se construyó la “Estación Pirque o Providencia”, estación terminal del ferrocarril que corría hacía Puente Alto, demolida en 1943, para dar paso al actual “Parque Balmaceda”.

En 1929, en plena crisis financiera mundial, Enrique Turri, propietario de la “Casa Turri”, agencia de cambios con sedes en Valparaíso y Buenos Aires, y quien además era dueño de los terrenos ubicados frente a la nueva “Plaza Baquedano”, decide embarcarse en un proyecto ambicioso y catalogado en su época, de monstruoso por su altura (8 pisos), sobre todo considerando lo sísmico del país.



 
Diseñados por el arquitecto  Guillermo Schneider Vergara, en estilo “Decó” con rasgos decorativos americanistas,  consta de tres bloques de edificios. En sus inicios, el bloque central era de mayor altura que los pares de bloques laterales, pero posteriormente fue nivelado todo el complejo a ocho pisos. En 1931 fue inaugurado en el primer piso del edificio central un teatro para 2.300 asistentes (Teatro Baquedano), actualmente Teatro Universidad de Chile.
Su construcción comenzó en 1929 con financiamiento de la Caja de Crédito Hipotecario a través de un sistema de bonos que se liquidaban en el tiempo. Sin embargo la crisis comenzó a sentirse y los bonos bajaban de precio, con lo cual fue disminuyendo la financiación. Ante esta situación, Turri comienza a desprenderse de sus propiedades para seguir con la obra, incluso recurriendo a las joyas de su mujer, y trata de negociar con la caja para liquidar el préstamo, cosa que no fue aceptada por su contraparte.
Turri, en su desesperación trató de vender en un momento de crisis mundial donde nadie compraba. La Caja de Crédito trató de ejecutarlo, sin embargo la Caja de Empleados Particulares se interesó por el edificio.
Turri, contra viento y marea, sobrevivió hasta el día de la inauguración, aun cuando tuvo que desprenderse de sus propiedades para terminar su obra. Su familia se instaló a vivir en un quinto piso del nuevo edificio.
Rápidamente, el conjunto de edificios se transformó en postal típica de la capital de Chile, siendo actualmente señalado como uno de los mayores hitos de la arquitectura nacional de la década de 1920.
·         www.wikipwedia.org
·         El Mercurio de Santiago.
·         50 obras arquitectónicas del patrimonio de Santiago, Fundación Futuro y Colegio de Arquitectos.

2 comentarios:

  1. Fue una especulación bien audaz, parece.¿y desafortunada, en definitiva? En unos archivos argentinos de inmigración figura Enrique Turri Faúndez como emigrante a ese país, en fecha no determinada.

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